Tuesday, April 21, 2009

MANEJANDO EL CAMBIO


El tema que me gustaría compartir con ustedes en esta ocasión es el manejo del cambio; en estos tiempos las empresas y por tanto sus trabajadores están sometidos a cambios constantes ya sea de supervisión, gerencia, productos, sistemas o procesos y existe una razón para esta avalancha de cambios: La otra opción aparte cambio es perecer. Esto así porque nada esta estático en el mundo, los consumidores cada día exigen productos de mas calidad, mas baratos y con entregas a tiempo; siendo así y siendo el mundo dinámico los seres humanos debemos de estar también dispuestos a ABRAZAR EL CAMBIO.

Para países pequeños como el nuestro y que aun conservan la calificación de subdesarrollados siempre creemos que estamos aislados al mundo y ya eso dejo de ser cierto. Décadas atrás cuando el proceso de “Globalización” inicio todos los que habitamos el mundo pasamos a formar parte de aquellos que deben de estar en cambio constante y es que no solo se globalizaron los mercados sino que también se globalizaron los negocios, la delincuencia, las finanzas, etc.

Que tal si aterrizamos y entramos en el tema? A lo que me refiero es que como seres humanos lo que nos permite progresar, lo que nos permite aprender, lo que nos permite crecer es el cambio, muy fácil decirlo? Cierto! Y es que todos incluyéndome tenemos una resistencia natural al cambio, nos gusta sentirnos seguros y el cambio trae inseguridad. No fuimos educados para ver una oportunidad en cada problema sino todo lo contrario un problema en cada oportunidad.

El cambio nos trae una sensación difícil de definir como hemos visto cuando cambiamos de barrio, universidad, colegio e inclusive cuando cambiamos trabajo; Pero pasaría si nos resistiéramos a esos cambios? Viviríamos en el pasado y todo nuestro alrededor cambiando sin hacerlo nosotros simplemente nos excluiríamos de todo, al contrario pasa cuando decidimos adaptarnos al cambio y tomamos la decisión de hacerlo lo menos traumático posible.

Mi intención en este artículo es que cada empleado, cada ciudadano pueda saber que siempre que exista un cambio sobre todo cuando no ha sido escogido por nosotros pasaremos por un proceso que es bueno entender para hacer el cambio más digerible:

Estas etapas:
1. La Negación: Asumimos que no es cierto que las cosas hayan cambiado o que vayan a cambiar. Negamos que el cambio esté ocurriendo o que vaya a ocurrir.En las empresas es común encontrarse con grupos que piensan esto no va a cambiar o con empleados y/o supervisores que se niegan a pensar que su estatus quo va a cambiar.

2. La cólera: Nos enojamos con el gerente o supervisor, con la empresa, como una manera de lidiar con la realidad, en el momento en que ésta ya no puede seguir siendo negada. Culpamos a otros de lo que está ocurriendo y sentimos que hay cierta injusticia ("¿Por qué yo…?!!").Cuando esta etapa se da en las empresas, cobra muchísima relevancia todo lo que tiene que ver con proveer información abundante, frecuente y consistente. Si esto no se hace, la cólera conduce a la invención de historias terribles y empeora las cosas. La idea que se vende en esta etapa a los colaboradores es la de la "relativa serenidad del cambio", y no la de la "seguridad garantizado.

3. La Negociación: En esta etapa el individuo comienza una conversación interna o externa acerca de la nueva situación, preguntándose o diciéndose: “si al menos me lo hubieran informado antes….” O también diciéndose “quizás no sea un cambio tan malo como pensé…
Cuando esta etapa se da en las empresas, usualmente, las personas han empezado a asimilar el cambio y han iniciado algunos intentos de adaptación al nuevo proceso, sistema, producto o gerente. Este es un período de transición en el cual el cambio ha ganado parcialmente algunos adeptos, aunque por supuesto, algunos colaboradores aún estarán en la etapa de negación y otros en la etapa de cólera. Por ello, la empatía juega un papel importante en esta fase de negociación interna.
4. Desesperanza Transitoria: En esta etapa ya no podemos negar nuestra realidad (Ya tenemos un nuevo gerente, nos mudamos de barrio o el nuevo producto llego para quedarse) Ya no estamos enojados, hemos dejado de regatear y se da el fenómeno de que transitoriamente nos sentimos vacíos, sin energía ni entusiasmo, desalentados.
Tanto a nivel personal como organizacional ponemos en duda nuestra propia competencia y nuestra autoestima es frágil en esta etapa. Sin embargo, si nos "aguantamos" y aprendemos lo que la experiencia de cambio significa. Las personas están claras de que el nuevo sistema ha llegado para quedarse pero aún no lo manejan del todo, y tienen que lidiar con esta frustración. Por otra parte, saben que no pueden regresar al sistema antiguo.
Hay al menos 5 elementos para que esta etapa se haga menos larga y menos profunda y con frecuencia son éstos los que determinarán la diferencia entre el éxito o el fracaso del proyecto de cambio.
a. Un líder reconocido como propietario del proceso de cambio que sea reconocido como íntegro, y que goce de alta credibilidad.
b. Una visión razonablemente clara de cómo lucirá el futuro. Sin una visión coherente, compartida y sentida, las personas no encuentran un sentido de propósito para el cambio.
c. Un sentido de urgencia positivo. No hay tiempo acá para pasarse en la autocompasión todo el día. El líder tiene mucho que ver con reforzar todo el tiempo este sentido de urgencia positivo.
d. Capacitación para el cambio y sensibilización acerca de lo que está ocurriendo (Es distinto sentir que uno no va a poder lograr algo, y creer que de veras no lo va a lograr, que sentirlo y que venga alguien a decirle a uno: "Vas a salir adelante. Sólo se siente como si no fueras a lograrlo, pero sí lo vas a poder hacer).
e. Retroalimentación y reconocimiento acerca de lo que se ha conseguido: Esto restaura la confianza temporalmente perdida durante esta fase. El líder ha de saber cuando ser asertivo y empujador y cuándo ha de reforzar los logros y reconocer no sólo los resultados sino el esfuerzo.

5. La aceptación y el crecimiento: Finalmente, una vez que salimos de la depresión transitoria, llegamos a aceptar el cambio, empezamos a probar fuerzas de nuevo (Un nuevo producto, un nuevo Jefe, el nuevo sistema de trabajo, una nueva actitud) y descubrimos que hemos alcanzado un nuevo estado de cierta tranquilidad y conciliación auténtica con nosotros mismos y que en el proceso hemos madurado y crecido, ya sea como persona o como empresa.

Finalmente y para despedirme utilicemos inteligentemente los cambios para provocar mejoras, crecimiento y aprendizaje, así mientras cambiamos también disfrutamos.
Que dios los bendiga a todos,

No comments:

Post a Comment