Delegar: Más que un Proceso una Responsabilidad
Aunque muchos hablan de saber delegar y de la necesidad de hacerlo lo cierto es que en la práctica este es una de los procesos más difíciles de parte de los gerentes, la razón quizás es el saber que se puede delegar la autoridad para ejecutar una tarea o actividad pero no se puede delegar la responsabilidad de los resultados o quizás son esos paradigmas que los seres humanos poseemos y que nos hacen pensar que uno debe de hacer las cosas para que se hagan bién.
En mi experiencia el proceso de delegación oportuna es la fuente numero uno de crecimiento que podemos encontrar en nuestra vida laboral y es que a través de la misma podemos seleccionar activos claves de la organización y ponerlos en una experiencia que difícilmente puedan encontrar en libros o seminarios, una delegación oportuna implica saber explicar el objetivo a conseguir, explicar la razón por la que lo selecciona, dar seguimiento, dar coaching, discutir avances cada cierto tiempo, discutir el resultado final, asegurarse de agradecer por una tarea bien ejecutada o retroalimentar por una ejecución deficiente.
Del párrafo anterior me surge la teoría de que nosotros como profesionales somos una suma de aptitudes, experiencias y estilos de los líderes que nos dirigieron, de los colegas que tuvimos y de las personas que dirigimos y de ahí que podamos afirmar dime con quien te formaste y te diré de que estas hecho…si como líderes nos limitamos a creer que son las Maestrías, diplomados o post grados los que harán dar el salto cuantitativo y cualitativo de nuestros supervisados estamos equivocados, no digo que estas no ayuden , pero es nuestra decisión de delegar, desarrollar y hacer crecer a nuestros supervisados, son los momentos de presión los que moldean nuestro carácter para mantener la calma cuando todos están exaltados, es nuestra retroalimentación los que los ayuda a crecer y a no tener miedo al fracaso, es nuestra integridad los que los hace seguirnos y querer ser como nosotros, es la confianza que les brindamos lo que los hace sentir una mano empujándolos pero no dejándolos a la deriva, en definitiva es un correcto proceso de delegación lo que los hace madurar y crecer para ocupar posiciones que no se imaginaban podían alcanzar.
En conclusión mis queridos lectores la razón por la que nuestros supervisados no crecen puede tener que ver con ellos mismos pero también puede ser que sea debido a nuestra falta de intervención, en cuyo caso estamos llamados a tomar responsabilidad, en mi vida laboral siempre dedique tiempo a encontrar individuos con talento y delegarle actividades, en su momento pudieron pensar que cargaban mas pesado que otros pero que el tiempo les mostró que había una razón para eso…de ahí que puedo sentirme orgulloso de la gran camada de talentos que trabajó conmigo y que aceptó el reto de ejecutar con éxito actividades, proyectos o responsabilidades más allá de su descripción de puesto resultando al final en promociones para ellos, pues recuerden que en esta vida nada nos lo regalan y todo debe de ganarse a través de la llamada: MILLA EXTRA.
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